ORACIÓN UNIVERSAL
M: Que nuestra oración, hermanos, se eleve a Dios Padre todopoderoso, por el bien de toda la humanidad a la que Cristo ha venido a iluminar con su presencia y salvar por medio de la Iglesia.
“POR CRISTO, LUZ DEL MUNDO, ESCÚCHANOS SEÑOR”
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Por la santa Iglesia de Dios: para que, por la vida de sus fieles y el ministerio de sus sacerdotes, haga brillar ante los hombres la luz de Cristo, salvador de las naciones, roguemos al Señor.
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Por los que rigen los destinos de los pueblos: para que su labor sea siempre de servicio, de justicia y de paz, roguemos al Señor.
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Por los que están al fin de sus días: para que alcancen un tránsito feliz en la paz y en los brazos de Dios, roguemos al Señor.
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Por las madres de familia: para que reciban en sus hogares el honor, la ayuda y la gratitud que merecen sus afanes por el bienestar de su familia, roguemos al Señor.
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Por nosotros mismos y por todos los miembros de nuestra comunidad: para que la manifestación del Señor en la carne sea causa de edificación y vida, y no ocasión de caída y escándalo, roguemos al Señor.
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Oramos juntos para alcanzar la santidad:
Padre divino, en nombre de Jesucristo, yo te pido que me concedas, la gracia de hacerme santo. No necesito otra gracia; quiero esta, cueste lo que cueste, y la espero de tu bondad firmemente, ya que Jesús mismo me aseguró que Tú me escucharías. Amén
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Oramos por las vocaciones sacerdotales y religiosas:
Te pedimos Señor que sigas bendiciendo y enriqueciendo a tu Iglesia con los dones de tus vocaciones, te pedimos que sean muchos los que escuchen tu voz y sigan alegrando a la Iglesia con la generosidad y fidelidad de sus respuestas. Amén.
M: Dios todopoderoso y eterno, que recibiste hoy en tu templo a tu Unigénito, que se ofrecía por nosotros: te pedimos humildemente que escuches nuestras oraciones. Por Jesucristo nuestro Señor.