Tentaciones

Contenido

Tentaciones

Es necesario que la persona se resigne a ser tentada; fuerte y constantemente tentada, si esta es la Voluntad de Dios. Nuestras virtudes deben perfeccionarse y se van perfeccionando por medio de las tentaciones. Por eso debemos resignarnos como ha hecho San Pablo. Tenemos que prepararnos a la tentación. ¡Ay de quienes no están preparados! Serán fácilmente abatidos y vencidos y se encontrarán con el pecado en el alma. Cuando Dios quiere dar a un servidor una virtud en grado elevado, generalmente permite que sea muy tentado contra la misma. Por eso, si tienes fuertes tentaciones contra la fe, quiere decir que Dios te quiere dar una fe muy viva; si las tienes contra la castidad, significa que Dios te quiere enriquecer con una castidad muy perfecta.

Te repito que no te asustes de las tentaciones porque el miedo las hace nacer; mira confiadamente al Señor y no dudes: Él no quiere que caigas.  Tu temor excesivo, es una trampa que te hace confundir la tentación con el consentimiento; aunque entre uno y otro existe la misma diferencia que hay, entre el ver un veneno en un frasco y el tomarlo. Por lo general creemos que el demonio puede tentarnos cuando y como quiere. No es así: lo puede hacer solamente cuando y como Dios se lo permite. Hay que tener en cuenta que lo que el demonio hace por envidia, Dios lo permite por amor; el demonio nos tienta para llevarnos al vicio, mientras que Dios permite la tentación para que nos fortalezcamos en las virtudes.

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio