ORACIÓN AL CRISTO DEL CALVARIO POR NUESTROS HERMANOS ENFERMOS
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En esta tarde, Cristo del Calvario, vine a rogarte por mi carne enferma; pero, al verte, mis ojos van y vienen de tu cuerpo a mi cuerpo con vergüenza. ¿Cómo quejarme de mis pies cansados, cuando veo los tuyos destrozados? ¿Cómo mostrarte mis manos vacías, cuando las tuyas están llenas de heridas? ¿Cómo explicarte a ti mi soledad, cuando en la cruz alzado y solo estás? ¿Cómo explicarte que no tengo amor, cuando tienes rasgado el corazón? Ahora ya no me acuerdo de nada, huyeron de mí todas mis dolencias. El ímpetu del ruego que traía se me ahoga en la boca pedigüeña. Y sólo pido no pedirte nada, estar aquí, junto a tu imagen muerta, ir aprendiendo que el dolor es sólo la llave santa de tu santa puerta. Amén. |
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Padre santo y Padre bueno, gracias por todas las cosas buenas que nos has concedido a lo largo de nuestra vida. Nos acercamos a ti, por la intercesión de nuestro amado Jesús, para pedir que les concedas salud a aquellos que sufren alguna enfermedad. Te pedimos Señor, que tu mano poderosa llegue hasta cada uno de ellos, concediéndoles alivio para sus dolores y ánimo para el espíritu. Confiados a tu misericordia divina, encomendamos a tu amoroso cuidado a:
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LITURGIA COTIDIANA
| LUNES 14 | MARTES 15 | MIÉRCOLES 16 | JUEVES 17 | VIERNES 18 | SÁBADO 19 | DOMINGO 20 |
| Is 42,1-7; Sal 26; Jn 12,1-11 | Is 49,1-6; Sal 70; Jn 13,21-33.36-38 | Is 50,4-9ª; Sal 68; Mt 26,14-25 | Éx 12,1-8.11-14; Sal 115; 1Cor 11,23-26; Jn 13,1-15 | Is 52,13–53,12; Sal 30; Heb 4,14-16; 5,7-9; Jn 18,1—19,42 | DOMINGO DE PASCUA
Hch 10,34a.37-43; Sal 117; Col 3,1-4; Jn 20,1-9. |