M: Queridos hermanos, habiendo llegado a esta noche tan esperada y deseada por todos nosotros, que nos trae la salvación a todos los hombres, elevemos a Dios nuestro Padre, esta súplica confiada, de verdaderos hijos suyos:
“POR CRISTO RESUCITADO, ESCÚCHANOS SEÑOR”
- Por la Santa Iglesia, para que el clamor de su anuncio de la Luz de Cristo, que inunda de fulgor la negrura de la noche, sea el símbolo del renacer pascual que nos anime a morir de una vez al pecado y a resucitar para siempre a la vida de la Gracia, a la vida de Dios, oremos…
- Por el Papa Francisco, nuestros obispos, el Colegio Episcopal y todos nuestros sacerdotes, concédeles tu luz y fortaleza en su misión de llevar a los hombres a que encuentren la vida, la auténtica vida que sólo puede venir de quien es Él mismo el Camino, la Verdad y la Vida, oremos…
- Por nuestra querida patria, para que todos los que la habitamos hagamos realidad en nuestras vidas el mensaje del Evangelio y la transformemos en una patria nueva, de amor, de justicia, de libertad y de paz, oremos…
- Por todos los que sufren, para que en la resurrección de Jesús encuentren que ya no tienen sentido los llantos ni las tristezas, los desencantos ni los desencuentros: ¡estamos llamados a una nueva vida! ¡Jesús Resucitó!, oremos…
- Por los que en esta noche han nacido a la vida de hijos tuyos por el agua del Bautismo, para que se conviertan en piedras vivas y templos espirituales en tu honor, oremos…
- Por toda nuestra comunidad, para que el fruto de esta Vigilia Pascual, la Vigilia de la Luz, la Vigilia de la Vida, la Vigilia del esplendor y del resplandor de la fe, sea precisamente ser hijos de la luz, irradiar y contagiar a todos nuestros hermanos, la alegría de nuestra vivencia cristiana, oremos…
- Oramos juntos para alcanzar la santidad:
Padre divino, en nombre de Jesucristo, yo te pido que me concedas, la gracia de hacerme santo. No necesito otra gracia; quiero esta, cueste lo que cueste, y la espero de tu bondad firmemente, ya que Jesús mismo me aseguró que Tú me escucharías. Amén
- Oramos por las vocaciones sacerdotales y religiosas:
Te pedimos Señor que sigas bendiciendo y enriqueciendo a tu Iglesia con los dones de tus vocaciones, te pedimos que sean muchos los que escuchen tu voz y sigan alegrando a la Iglesia con la generosidad y fidelidad de sus respuestas. Amén.
M: Dios de toda consolación, escucha las intenciones de tus hijos en este día de exultación para toda la Iglesia: concede, a quienes reconocemos la gracia liberadora de la Pascua de tu Hijo Jesús, que lleguemos a gustar para siempre la alegría de los redimidos, con santa María virgen y todos los santos. Por Jesucristo, nuestro Señor.