M: Unidos a Cristo, que intercede siempre por nosotros, elevemos, hermanos, nuestras súplicas al Padre:
“POR CRISTO, ESCÚCHANOS SEÑOR”
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Por la Iglesia, para que en ella la acción del Espíritu Santo se haga fecunda y cada cristiano se sienta como verdadero hijo de Dios, roguemos al Señor.
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Por los gobernantes de las naciones, para que su preocupación sea conducir a la sociedad al verdadero bien, en justicia y fraternidad, roguemos al Señor.
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Por todos los que sufren, para que experimenten el consuelo del Señor, y no les falte una mano amiga, roguemos al Señor.
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Por los que celebraron su iniciación cristiana, especialmente los nuevos cristianos de nuestras comunidades, para que sean fieles a su fe, roguemos al Señor.
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Oramos juntos para alcanzar la santidad:
Padre divino, en nombre de Jesucristo, yo te pido que me concedas, la gracia de hacerme santo. No necesito otra gracia; quiero esta, cueste lo que cueste, y la espero de tu bondad firmemente, ya que Jesús mismo me aseguró que Tú me escucharías. Amén
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Oramos por las vocaciones sacerdotales y religiosas:
Te pedimos Señor que sigas bendiciendo y enriqueciendo a tu Iglesia con los dones de tus vocaciones, te pedimos que sean muchos los que escuchen tu voz y sigan alegrando a la Iglesia con la generosidad y fidelidad de sus respuestas. Amén.
M: Padre bueno, escucha la oración de tus hijos, especialmente en este tiempo de gracia por el Jubileo de la Esperanza, por Jesucristo, nuestro Señor.