Ofrenda de si mismo a Dios
Señor, yo pongo en tus manos todo mi ser:
alma, cuerpo, salud y vida;
y cuanto me has dado en este mundo,
sin reservar nada para mí.
De mí y de mis cosas haz Tú lo que quieras,
yo no quiero otra cosa que tu amor, tu gracia y tu voluntad.
Amén