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Como llevar una vida alegre
Teniendo el cuidado de tomar todas las cosas con alegría de la mano de Dios, convencidos de que las ordena todas para nuestro bien y viviendo siempre en su gracia, nosotros podemos llevar sin duda una vida siempre alegre.
San Pablo, desde el momento en que tenía siempre esta inquietud, estaba obligado a decir: “sobreabundo de alegría en toda tribulación”. Esto es verdaderamente vivir alegre.
Aquellos que viven estudiando como ser verdaderamente felices, sin darse cuenta se van llenando de infelicidad.
De hecho las tribulaciones nos acompañan en esta vida como la sombra al cuerpo que la produce: es imposible alejarla de nosotros.
Si quieres llevar una vida siempre alegre en primer lugar es necesario que no tengas la conciencia manchada por el pecado. En segundo lugar no debes aspirar a ser feliz en este mundo. Tomemos de las manos de Dios también los sufrimientos que nos provengan de los hombres y su maldad, convencidos de que la misma mano de Dios ordena y dirige todo para nuestro bien. Por último, cuídate del considerar tus malestares como originados por la casualidad o por los hombres: reconócelo como provenientes de Dios que los quiere o los permite.