Benignidad
La benignidad es una virtud, la virtud muy propia de Jesús por la cual se caracterizaron todos los santos.
Todos los santos eran muy rigurosos consigo mismos y eran muy benignos con los demás; no se puede dudar de que esta sea una característica de la verdadera santidad.
Una larga experiencia me ha demostrado siempre que los rigurosos con los demás son generalmente demasiado benignos con ellos mismos.
El rigor tanto en el confesionario cuanto en la predicación no hace otra cosa que espantar a los buenos y alejar de la conversión a los malos.