365 Con los Santos 20-Ago

  • 20 de agosto

La ley del Señor

¡Ojalá Dios te mostrara que su ley abarca muchos aspectos! La ley de Dios, de que se habla en este lugar, debe entenderse que es la caridad, por la cual podemos siempre leer en nuestro interior cuáles son los preceptos de vida que hemos de practicar. Acerca de esta ley, dice aquel que es la misma Verdad: Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros. Acerca de ella dice san Pablo: Amar es cumplir la ley entera. Y también: Arrimad todos el hombro a las cargas de los otros, que con eso cumpliréis la ley de Cristo. Lo que mejor define la ley de Cristo es la caridad, y esta caridad la practicamos de verdad cuando toleramos por amor las cargas de los hermanos.

Pero esta ley abarca muchos aspectos, porque la caridad celosa y solícita incluye los actos de todas las virtudes. Lo que empieza por solo dos preceptos se extiende a innumerables facetas.

Esta multiplicidad de aspectos de la ley es enumerada adecuadamente por Pablo, cuando dice: El amor es paciente, afable; no tiene envidia; no presume ni se engríe; no es ambicioso ni egoísta; no se irrita, no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad.

(San Gregorio Magno, Sobre el libro de Job)

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