Adoración Eucarística
Recuerda que la Comunión espiritual es un abrazo interior que se cumple con un acto de amor, como si recibiéramos verdaderamente a Jesús.Una iglesia donde se conserva el Santísimo Sacramento es el Paraíso en la tierra, porque allí está realmente la presencia de Aquel que constituye el Paraíso del cielo.
Jesús está en el Sagrario como en un trono de amor esperando que los fieles lleguen a hacerle compañía y a pedirle todo lo que necesitan.
La concurrencia de los fieles a las exposiciones públicas del Santísimo Sacramento es el índice y la medida de la fe del Pueblo, porque donde son numerosos los adoradores, allí está viva y despierta la fe: donde son pocos, la fe está muerta y adormecida.
Después de haberse entibiado la fe de muchos corazones, también se ha enfriado la devoción hacia la Eucaristía en muchos corazones.
Los templos donde está el Sagrario nunca deberían encontrarse vacíos y desiertos, al contrario, debería encontrarse siempre un grupito de personas devotas que, junto con los Ángeles, adoren al Señor. En los palacios de los grandes de esta tierra siempre hay mucha gente que concurre y la casa del Rey del cielo muchas veces está abandonada.
Otra demostración de nuestro cariño será visitar con frecuencia a Jesús Eucaristía y quedarnos frente al Sagrario, donde Él se queda día y noche como prisionero de amor para estar siempre dispuesto a responder a todas nuestras necesidades, a recibir nuestras adoraciones, a aceptar nuestras súplicas.
¿Qué tipo de amistad tiene aquel que pasando cerca de la casa de su amigo no se para a saludarlo? Pero, ¿que digo?, mucho más que una palabra. Con los amigos se comparten horas sin darse cuenta: solamente en compañía de Jesús un cuarto de hora nos parece interminable.
Un modo fácil de hacer la visita al Santísimo Sacramento puede ser este: se ama, se alaba, se agradece, se pide.
El Sagrario debería ser el imán para nuestro corazón: como el hierro no se separa nunca del imán sino por fuerza mayor, así nosotros no deberíamos separarnos nunca del Sagrario.
Si tuviéramos fe viva, si tuviéramos amor verdadero, buscaríamos mil maneras para hacer el bien y honrar a Jesús en el Sagrario, El amor tiene inventiva y busca miles de formas para explicarse, y cuando es más ardiente sabe encontrar mejores formas para manifestarse.