La valentía de las opciones definitivas
Lunes 25 de noviembre de 2013 Fuente: L’Osservatore Romano, ed. sem. en lengua española, n. 48, viernes 29 de noviembre de 2013
Cuántas veces los cristianos —los que son «perseguidos hoy» o incluso sólo «madres y padres de familia»— se encuentran en «situaciones límites». Y, obligados a hacer opciones definitivas, eligen sea como sea al Señor. Se lo planteó el Papa Francisco en la homilía de la misa celebrada el lunes 25 de noviembre, destacando que se trata, de cualquier modo, de una elección difícil, para la cual debemos pedir a Dios la «gracia de la valentía».
El Pontífice se refirió ante todo al pasaje litúrgico tomado del libro del profeta Daniel (1, 1-6; 8-20), en el que se narra de algunos jóvenes que encontraron el valor de rechazar el alimento contaminado impuesto por el rey y lograron obtener ser alimentados sólo con agua y verdura. El Señor recompensa su fidelidad ayudándoles a desarrollar un físico y una mente más ágiles que la de todos los demás, en tal medida que son elegidos por el rey mismo. Esos jóvenes, destacó el Santo Padre, se encontraban «al límite porque eran esclavos, y cuando en ese tiempo —pero también en éste— se caía en la esclavitud, ya nada era seguro, ni siquiera la vida. Estamos al límite».
El Obispo de Roma se refirió, por lo tanto, al episodio del Evangelio de Lucas (21, 1-4) donde se habla de la limosna de la viuda, quien no tiene ni siquiera para comer, sin embargo ofrece todo lo que posee. «Jesús —destacó el Papa— dice que estaba en la miseria. En ese tiempo las viudas no tenían la pensión del marido, estaban en la miseria. Estaban al límite». Por lo tanto, esos jóvenes y la viuda se encontraban al límite cuando tuvieron que tomar una decisión.
«La viuda —destacó el Pontífice— fue al templo a adorar a Dios, a decir al Señor que está sobre todo y que ella le ama». Siente que debe realizar un gesto por el Señor y «da todo lo que tenía para vivir». Y este gesto suyo «es algo más que generosidad, es otra cosa». Elige bien: sólo el Señor. Porque «se olvida de sí misma. Podía decir: pero, Señor, tú lo sabes, necesito de esto para el pan de hoy… Y esa moneda volvía al bolsillo. En cambio, eligió adorar al Señor hasta el final».
También los jóvenes tenían la posibilidad de encontrar «una salida de emergencia, digamos así, de su situación», añadió el Obispo de Roma. De hecho, hubiesen podido decir: «Pero somos esclavos. La ley aquí no se puede cumplir, debemos custodiar la vida, no adelgazar, no contraer enfermedades… ¡comamos!». En cambio «dijeron que no. Hicieron una opción: el Señor». Y fueron muy inteligentes al encontrar una vía para permanecer fieles, incluso en un contexto difícil.
Jóvenes y viuda, destacó el Santo Padre, «corrieron el riesgo. En su riesgo eligieron al Señor». Lo hicieron con el corazón, sin intereses personales y sin mezquindad. Se confiaron al Señor. Y no lo hicieron por fanatismo —destacó el Papa Francisco—, «sino porque sabían que el Señor es fiel. Se confiaron a esa fidelidad que está siempre». Porque «el Señor es siempre fiel», ya que «no puede negarse a sí mismo».
Confiarse a la fidelidad del Señor: es una opción —dijo el Papa— «que también nosotros tenemos la oportunidad de hacer en nuestra vida cristiana». A veces se trata de «una opción grande, difícil». En la historia de la Iglesia, y también en nuestro tiempo, hay hombres, mujeres, ancianos y jóvenes que hacen esta elección. Y nos damos cuenta «cuando conocemos la vida de los mártires, cuando leemos en los periódicos las persecuciones de los cristianos, hoy. Pensemos en estos hermanos y hermanas que se encuentran en situaciones al límite y que hacen esta elección. Ellos viven en este tiempo. Son un ejemplo para nosotros. Nos alientan a dejar en el tesoro de la Iglesia todo lo que tenemos para vivir».
Volviendo a los jóvenes del libro del profeta Daniel, el Santo Padre hizo notar que el Señor «les ayuda y les hace salir de la dificultad; son victoriosos y llegan a buen fin». El Señor ayuda también a la viuda del Evangelio de Lucas, «porque tras la alabanza de Jesús, Dios le alaba: en verdad os digo, esta viuda… Es una victoria. Nos hará bien pensar en estos hermanos y hermanas que en toda la historia, incluso hoy, hacen elecciones definitivas». El Pontífice invitó a pensar, en especial, en «tantas madres y en tantos padres de familia que cada día hacen opciones definitivas para seguir adelante con su familia, con sus hijos. Y esto es un tesoro en la Iglesia. Ellos nos dan testimonio». Ante ellos, concluyó, «pidamos la gracia de la valentía. Del valor de seguir adelante en nuestra vida cristiana, en las cosas de cada día y en las situaciones límites».