17 de agosto
La austeridad
El apartamento pontificio no es tan lujoso. Es amplio, es grande, pero no es lujoso. Yo no puedo vivir solo o con un pequeño grupito. Necesito gente, estar con la gente, hablar con la gente… Y por eso cuando los chicos de las escuelas de los jesuitas me preguntaron: «¿Por qué? ¿Por austeridad? ¿Por pobreza?». No, no: por motivos psiquiátricos, simplemente, porque psicológicamente no puedo. Cada uno tiene que llevar adelante su vida, con su modo de vivir, de ser. Los cardenales que trabajan en la Curia no viven como ricos ni con opulencia: viven en un pequeño apartamento, son austeros, ellos son austeros. (…) Cada uno vive como el Señor le pide vivir. La austeridad –una austeridad general–, creo que es necesaria para todos los que trabajamos al servicio de la Iglesia. Hay tantos matices en la austeridad… cada uno debe buscar su camino.
Discurso, 28 de julio de 2013