13 de agosto
Proteger el trabajo
Es necesario proteger el trabajo del hombre. ¿Cómo se lo protege? Instruyendo al hombre, culturalizándolo, entrenándolo, dándole la digna protección legal, dándole descanso, lugar para la recreación, asegurándole condiciones dignas para su vejez, proporcionándole un sistema de salud que lo proteja adecuadamente de sus infortunios laborales. Los trabajadores no son «instrumentos bípedos, sin libertad, sin moral, que solo poseen manos que ganan poco y un alma absorta», como sostuviera el abate Sieyes, quien fuera uno de los inspiradores de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.
Carta, 2 de octubre de 2005