365 Dias con Papa Francisco 21-Jul

21 de julio

El que recibe a uno de estos pequeños me recibe a mí

Debemos adentrarnos en el corazón de Dios y comenzar a escuchar la voz de los más débiles (…), y recordar las palabras del Señor: «El que recibe a uno de estos pequeños en mi nombre, me recibe a mí mismo» (Mt 18,5); y, «Cuídense de despreciar a cualquiera de estos pequeños, porque les aseguro que sus ángeles en el cielo están constantemente en presencia de mi Padre celestial» (Mt 18,10). Tanto esas voces como la palabra del Señor deberían conmovernos en nuestro compromiso y en nuestra acción: Nunca la niñez abandonada en nuestra ciudad; nunca la adolescencia y la juventud marginada en nuestra ciudad; ningún cristiano, ninguna parroquia, ninguna autoridad indolente o indiferente frente al vía crucis de nuestras familias y de nuestros niños; ningún egoísmo o interés personal o sectorial menguando el esfuerzo y el compromiso que dilate la necesaria unidad y coordinación para el esfuerzo impostergable e inmediato.

Carta, 2 de octubre de 2005

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