M: Presentemos nuestra oración a Dios nuestro Padre, quien en el amor fraterno de los cristianos manifiesta su presencia en medio de nosotros.
“SEÑOR, ESCÚCHANOS Y DANOS TU ESPÍRITU DE AMOR”
- Pidamos por la Iglesia, para que crezca en número gracias al amor que ha recibido de Dios, y así sea un signo de esperanza del mundo nuevo que estamos llamados a construir, roguemos al Señor.
- Por quienes tienen responsabilidades públicas en la sociedad, para que sus esfuerzos se vean renovados por la experiencia de la bondad de Dios, y puedan abocarse con generosidad a buscar una respuesta a las variadas necesidades de todos, especialmente de los más pobres, roguemos al Señor.
- Por quienes pasan por momentos de aflicción, para que Cristo seque las lágrimas de los que lloran y aleje el dolor y las penas de los que sufren, roguemos al Señor, roguemos al Señor.
- Por los miembros de nuestra comunidad parroquial, para que el espíritu pascual que animó a la primera Iglesia encuentre también entre nosotros un espacio y se convierta en testimonio misionero, roguemos al Señor.
- Oramos juntos para alcanzar la santidad:
Padre divino, en nombre de Jesucristo, yo te pido que me concedas, la gracia de hacerme santo. No necesito otra gracia; quiero esta, cueste lo que cueste, y la espero de tu bondad firmemente, ya que Jesús mismo me aseguró que Tú me escucharías. Amén
- Oramos por las vocaciones sacerdotales y religiosas:
Te pedimos Señor que sigas bendiciendo y enriqueciendo a tu Iglesia con los dones de tus vocaciones, te pedimos que sean muchos los que escuchen tu voz y sigan alegrando a la Iglesia con la generosidad y fidelidad de sus respuestas. Amén.
M: Escucha, Señor, las súplicas de tu pueblo, confiando siempre en la gracia que nunca nos abandona, por Jesucristo, nuestro Señor.