M: Oremos a Dios, nuestro Padre, que ha resucitado a Jesucristo de entre los muertos:
“POR JESÚS, DIVINA MISERICORDIA, ESCÚCHANOS SEÑOR”
- Oremos por la Iglesia, comunidad de creyentes en el Señor, para que podamos crecer en la fe y dar testimonio del amor de Dios, roguemos al Señor.
- Por todos los pueblos, especialmente aquellos que no conocen la Buena noticia de la salvación, para que la novedad infinita del misterio pascual los haga buscar la justicia y la paz, roguemos al Señor
- Por los que más sufren, especialmente aquellos que han perdido las razones para vivir, o los que dudan, como Tomás, de la verdad de la resurrección, que por nuestro testimonio se encaminen a la fe, roguemos al Señor.
- Por nuestras familias y comunidades, para que en comunión unos con otros, podamos reconocer al Señor en medio nuestro, roguemos al Señor.
- Oramos juntos para alcanzar la santidad:
Padre divino, en nombre de Jesucristo, yo te pido que me concedas, la gracia de hacerme santo. No necesito otra gracia; quiero esta, cueste lo que cueste, y la espero de tu bondad firmemente, ya que Jesús mismo me aseguró que Tú me escucharías. Amén
- Oramos por las vocaciones sacerdotales y religiosas:
Te pedimos Señor que sigas bendiciendo y enriqueciendo a tu Iglesia con los dones de tus vocaciones, te pedimos que sean muchos los que escuchen tu voz y sigan alegrando a la Iglesia con la generosidad y fidelidad de sus respuestas. Amén.
M: Escucha, Padre, nuestras oraciones, y concédenos seguirte con fidelidad, por Jesucristo nuestro Señor.