21 de mayo
Agentes silenciosos del servicio
En cada esfuerzo solidario individual y comunitario de una extensa red de organizaciones sociales, en cada investigador y estudioso que apuesta por la búsqueda de la verdad (aunque otros relativicen o callen), en cada docente y maestro que sobrevive a la adversidad, en cada productor que sigue apostando al trabajo, en cada joven que estudia, trabaja y brinda su compromiso formando una familia nueva. En los más pobres y en todos los que trabajan o fatigosamente buscan trabajo, que no se dejan arrastrar por la marginación destructiva ni por la tentación de la violencia organizada sino que, silenciosamente y con la entrega que solo concede la fe, siguen amando a su tierra. Ellos han probado un cáliz que, en la entrega y el servicio, se ha hecho bálsamo y esperanza. En ellos se manifiesta la gran reserva cultural y moral de nuestro pueblo. Ellos son los que escuchan la palabra, los que se ahorran los aplausos rituales, los que de verdad se hacen eco y comprenden que no se habla para otros.
Homilía, 25 de mayo de 2001