2 de mayo
Jesús se deja tocar, está vivo Jesús, habiendo pasado por su Pascua, su muerte y su resurrección, comparte cuarenta días con sus discípulos. Los busca, los acompaña, los consuela, los fortalece. Y los discípulos sienten esa cercanía del Señor, sienten que les arde el corazón. Se sienten fundados, sólidamente fundados en esa llamada que el Señor les había hecho antes de morir. Jesús está vivo entre nosotros y Jesús nos acompaña en el camino cotidiano de nuestra vida. No es un fantasma, es Él. Se deja tocar, está vivo.
Homilía, 22 de abril de 1999