1 de mayo
La dignidad del trabajo
La dignidad la tenemos por el trabajo, porque nos ganamos el pan, y eso nos hace mantener la frente alta. Pero cuando el trabajo no es lo primero sino que lo primero es la ganancia, la acumulación de dinero, ahí empieza una catarata descendente de degradación moral. Y termina esta catarata en la explotación de quien trabaja. Esta frase no es mía, la dijo ayer el papa Benedicto XVI en una audiencia. Cuando se revierte el verdadero fin del trabajo, el centro del trabajo que es la persona, empieza a crecer el afán de dinero insaciable y ahí todos los medios para terminar en la esclavitud.
Homilía, 27 de marzo de 2011